En Portugal, una huelga general contra recortes presupuestales y ajustes fiscales provocó paros de trenes y ómnibus, impidió el despegue de aviones y detuvo los servicios, desde la salud hasta los bancos. Los sindicatos organizaron el día de acción, la primera huelga general en Portugal desde 1988, para manifestarse en contra de una serie de medidas de ahorro que incluyen planes de reducción salarial de un cinco por ciento a empleados públicos y congelamiento de las pasividades.
El sindicalista portugués Graciete Cruz declaró: “Los trabajadores, hombres y mujeres, vamos a pelear contra esto porque no podemos aceptar este tipo de políticas que son las políticas que se han seguido desde siempre. Siempre han sido los trabajadores los que deben pagar por crisis de las que no son responsables.”