Tras sus triunfos en las elecciones parlamentarias, los líderes republicanos prometen anular la ley de reforma de la salud, que ha sido la marca distintiva del Presidente Barack Obama, y prorrogar los recortes impositivos de la era de George W. Bush que benefician a los estadounidenses más acaudalados. Un día después de haber obtenido el control de la Cámara de Representantes y reducido la mayoría demócrata en el Senado, el líder de los representantes republicanos, John Boehner, dijo que el proyecto de la reforma de la salud amenaza con llevar a Estados Unidos a la bancarrota.
Boehner declaró: “Creo que la ley de reforma de la salud aprobada por el actual Congreso eliminará puestos de trabajo en Estados Unidos, arruinará el mejor sistema de salud del mundo y llevará a nuestro país a la bancarrota. Esto significa que tenemos que hacer todo lo que podamos para tratar de derogar esta ley y reemplazarla por reformas con sentido común que reduzcan el costo del seguro médico”.