Benjamin Netanyahu también aprovechó su viaje a Estados Unidos para presionar al gobierno de Obama para que considere la posibilidad de llevar a cabo un ataque militar contra Irán.
Netanyahu declaró: “La única vez que Irán suspendió su programa nuclear fue durante un breve período en 2003, cuando el régimen creyó que se enfrentaba a una amenaza creíble de acción militar en su contra. Y la sencilla paradoja es ésta: si la comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, desea detener el programa nuclear de Irán sin recurrir a la acción militar, tendrá que convencer a ese país de que está dispuesto a llevar a cabo dicha acción”.
Mientras tanto, el Secretario de Defensa Robert Gates rechazó la afirmación de Israel de que la fuerza militar es la única manera de disuadir a Irán.
Gates dijo: “Dicho eso, estamos convencidos de que las acciones no militares, incluidas sobre todo la más reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y la aprobación de países individuales de sanciones aún más rigurosas, entre ellos, Australia, están ejerciendo presión sobre el gobierno iraní y logrando su atención. Sabemos que están preocupados por el impacto de las sanciones, las cuales están teniendo un efecto mayor al previsto, y estamos trabajando mucho en esto”.