Laurent Gbagbo, Presidente en ejercicio de Costa de Marfil, permanece bajo presión internacional para que abandone su cargo tras rehusarse a admitir su derrota en las disputadas elecciones del mes pasado. Una delegación de jefes de Estado de Benín, Sierra Leona y Cabo Verde se dirige a Costa de Marfil en el día de hoy para dar un ultimátum a Gbagbo para que abandone el cargo o sea obligado a hacerlo por la fuerza. El líder opositor Alassane Ouattara ha sido ampliamente reconocido como el triunfador en las elecciones, pero Gbagbo afirma que hubo fraude en los comicios. Las fuerzas de seguridad de Gbagbo han sido acusadas de orquestar 200 asesinatos, centenares de arrestos y docenas de casos de desapariciones y torturas en las últimas semanas. Gbagbo contrató al destacado lobbista Lanny Davis para que lo represente en Washington. Ex asesor especial de la Casa Blanca durante la presidencia de Bill Clinton, entre los clientes más recientes de Davis se encuentran Teodoro Obiang, dictador de Guinea Ecuatorial, así como partidarios del golpe de Estado de Honduras de 2009. En una reciente entrevista con CNN Internacional, Davis fue interrogado por su promesa de no aceptar a Gbagbo como cliente si se presentaran pruebas creíbles de que bajo su mandato se perpetraron violaciones a los derechos humanos.
bq.Hala Gorani dijo: “¿Leyó las conclusiones de la ONU que corroboran que se han verificado arrestos arbitrarios, docenas de casos de torturas, malos tratos y desapariciones forzadas en la última semana? ¿Eso no constituye prueba? Sólo le estoy preguntando si usted cree en ese informe”.
Lanny Davis dijo: “¿Para usted un informe de la ONU es una prueba?”.
bq.Hala Gorani dijo: “Le estoy preguntando a usted. ¿Qué necesitaría para convencerse?”.
Lanny Davis dijo: “No estoy seguro de quién está entrevistando. Me tomaría muy en serio el informe de la ONU. Lo he leído. Me gustaría ver las pruebas, quién lo escribió. Sé que ha habido informes de la ONU sobre Israel que han sido completamente desacreditados por tendenciosos. Me gustaría saber quién escribió el informe. Por cierto que lo tomaría muy en serio si ese informe fuera verdadero. Por supuesto que no podría defender atrocidades ni violaciones a los derechos humanos”.
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