La cumbre calificada como “bipartidaria”, celebrada por iniciativa del Presidente Obama para tratar la reforma de la salud, finalizó el jueves sin que se llegara a ningún acuerdo de importancia entre republicanos y demócratas. Los legisladores republicanos mantuvieron su acérrima oposición a la utilización del gobierno federal para regular los seguros de salud. Al comenzar el día, el Presidente Obama pidió un debate civil.
El Presidente Obama dijo: “En el discurso del Estado de la Unión dije, y lo repito ahora, que no tomé esta opción porque creyera que se trata de una buena estrategia política. Es una cuestión tan complicada que inevitablemente va a provocar polémica, pero lo que espero lograr hoy es que todos nos centremos, no solo en las diferencias, sino en las coincidencias, porque de hecho hay algunos acuerdos significativos en una gran cantidad de asuntos”.
Obama había sido criticado por los demócratas progresistas por rehusarse a incluir una opción pública financiada por el gobierno en una propuesta presentada antes de la cumbre. Los defensores del sistema de pagador único también fueron excluidos de la reunión.