En Irak, el Primer Ministro Nuri al-Maliki impugnó los resultados de las últimas elecciones, en las que triunfó por estrecho margen el ex Primer Ministro interino Ayad Allawi. El viernes, las Naciones Unidas y la Alta Comisión Electoral Independiente anunciaron que el Partido Iraquiya de Allawi obtuvo 91 bancas parlamentarias, en tanto que el partido Estado de Derecho, de Maliki, obtuvo 89 bancas. Allawi ganó luego de recibir el respaldo de muchos partidos sunitas. El New York Times informa que Maliki tomó una serie de medidas para anular los resultados electorales. El jueves, un día antes de que se anunciaran los resultados, persuadió discretamente a la Suprema Corte de Irak para que emitiera un fallo que potencialmente le permitiera elegir un nuevo gobierno, en lugar de darle ese derecho al ganador de las elecciones. Mientras tanto, los funcionarios encargados de purgar al gobierno de ex miembros del Partido Baath de Saddam Hussein dijeron que esperaban inhabilitar a más de 50 candidatos políticos, muchos de los cuales son miembros del Partido Iraqiya de Allawi. Esto podría despojar a Allawi de su victoria. El Primer Ministro Maliki también reclama un recuento de los votos y está considerando la posibilidad de presentar un recurso legal. Si bien fue el que obtuvo la mayor cantidad de bancas, al partido de Ayad Allawi le faltó bastante para obtener la mayoría, por lo que tendrá que formar un gobierno de coalición en las próximas semanas.
Ayad Allawi dijo: “Esperamos entronizar este logro formando un gobierno lo más rápido posible; un gobierno que por un lado pueda brindar seguridad y, por otro, ofrecer los servicios adecuados a la gente”.
Hay preocupación por la posibilidad de que la tensión política pueda llevar a un incremento de la violencia. El domingo, seis personas murieron en el oeste de Irak, entre ellas un funcionario de una facción política de la coalición electoral del ex Primer Ministro Allawi. El viernes, unas horas antes de que se divulgaran los resultados electorales, explotaron dos bombas en un mercado repleto de gente en la provincia norteña de Diyala, la principal provincia sunita. En el atentado murieron 59 personas y 79 resultaron heridas. En el día de hoy, dos coches bomba explotaron en la ciudad santa de Karbala, con un saldo de al menos cuatro muertos y 22 heridos.
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