En Israel y los territorios ocupados, el gobierno aplazó un plan para demoler viviendas palestinas en Bustan, vecindario de Jerusalén oriental. Funcionarios israelíes presionan para construir un parque arqueológico sobre los terrenos de casas que han estado habitadas por familias palestinas durante más de un siglo. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu invocó su preocupación por la imagen internacional del país y solicitó al alcalde de Jerusalén que aplace las demoliciones. Orly Noy, vocero del grupo israelí de defensa de los derechos humanos Ir Amim, criticó los planes de demolición.
Orly Noy dijo: “Pensamos que cualquier plan que implique una demolición masiva de casi 90 casas en la zona más problemática y explosiva del conflicto palestino-israelí de Jerusalén, es extremadamente peligroso, tanto para el futuro político de la ciudad como para su estabilidad actual”.