Un tribunal federal brasileño aplazó la licitación de una importante represa en la selva tropical amazónica por segunda vez en menos de una semana. La construcción del proyecto de Belo Monte, de once mil millones de dólares, fue aprobada a principios de este año. Un juez suspendió la licitación la semana pasada para permitir que quienes se oponen a ella manifestaran sus objeciones. El dictamen fue anulado días después, pero el lunes el mismo juez respondió con otro fallo en el que se dispone un aplazamiento. Asimismo el lunes, centenares de activistas indígenas se concentraron en las afueras del Congreso brasileño para oponerse a la represa.
Un activista de la Amazonia declaró: “Están llegando grandes sumas de dinero procedentes de Europa, Francia, Suiza, Alemania, China y Japón. Están ocupando toda la Amazonia, construyendo represas y depósitos de agua para su propio beneficio. No les importa lo que pase con las tierras de los indígenas. Estos se verán forzados a abandonar sus tierras, se quedarán sin hogar. La población indígena será virtualmente masacrada”.