Nueva Zelanda es uno de los últimos países renuentes que finalmente suscribió la declaración de la ONU en favor de los derechos indígenas, y de este modo dejó como únicos opositores a Estados Unidos y Canadá. Pita Sharples, integrante del gabinete neozelandés, anunció la medida el lunes.
Sharples declaró: “Vengo humildemente a celebrar la declaración de los derechos de los pueblos indígenas. El gobierno de Nueva Zelanda ha debatido la cuestión durante mucho tiempo y hace poco decidió apoyarla”.
La Asamblea General de la ONU aprobó la radical declaración que reconoce el “derecho a la autodeterminación” de los pueblos indígenas en 2007, con una aplastante mayoría de 143 votos a favor. Nueva Zelanda fue uno de tan sólo cuatro países que votaron en contra de la declaración, conjuntamente con Estados Unidos, Australia y Canadá. Australia también cambió su posición.