Brasil cedió los derechos para la construcción de una gran represa hidroeléctrica en la selva tropical amazónica, en medio de disputas legales e intensas protestas de grupos indígenas. El martes se llevó a cabo la subasta luego de que un tribunal brasileño anulara un intento por parte de un tribunal de menor jerarquía de postergar la licitación para analizar los temas de preocupación referentes al medio ambiente. Los opositores dicen que esta represa arruinará a decenas de miles de residentes indígenas de la Amazonia y pondrá en peligro la fauna. La activista indígena Antonia Melo afirmó que la aprobación de la represa provocará protestas más intensas.
Melo dijo: “Este es un proyecto mortal, un proyecto que no es viable desde el punto de vista social, ambiental o económico. Nos gustaría decir que seguiremos resistiéndonos, y a partir de ahora con mucha más fuerza”.
Inicio