En México, el Presidente Felipe Calderón se unió a las voces de oposición a la nueva ley aprobada en Arizona que obliga a los oficiales de policía a determinar la condición migratoria de los sospechosos de ser inmigrantes indocumentados. La gobernadora republicana Jan Brewer sancionó el proyecto de ley el viernes luego de que fuera aprobado en la asamblea legislativa estatal esta misma semana. Los opositores a la medida dicen que se trata de la más severa del país y de una licencia para la utilización de perfiles raciales. El lunes, Calderón dijo que la medida generará “discriminación racial”.
El Presidente Calderón declaró: “Se pone en marcha una legislación que abre las puertas a una inaceptable discriminación racial. El gobierno de México utilizará todos los recursos a su alcance para defender los derechos de los mexicanos que se ven afectados por esa legislación y no escatimaremos esfuerzos para asegurar que se respete la dignidad de cada una y de cada uno de nuestros paisanos”.
La aprobación de la ley ha motivado pedidos para un boicot de la economía de Arizona.