El derrame de petróleo provocado la semana pasada por la explosión de una plataforma petrolera cerca de las costas de Luisiana aumentó y ahora cubre más de 4.900 kilómetros cuadrados del Golfo de México. La Guardia Costera de Estados Unidos y el personal contratado por la empresa que administra esta plataforma, BP, están luchando para contener el derrame. El pozo petrolero submarino en donde se produjo la explosión sigue perdiendo aproximadamente 42.000 galones de petróleo por día. Ed Levine, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, dijo que al menos parte del petróleo llegará a la franja costera de la Costa del Golfo.
Levine afirmó: “Con el tiempo esto tendrá impactos en la franja costera. De ninguna manera lograremos sacar todo el petróleo que está siendo liberado”.
Once trabajadores siguen desaparecidos desde la explosión y se presume que fallecieron. La esposa de uno de los trabajadores desaparecidos, Natalie Roshto, presentó una demanda acusando a BP de negligencia en la administración de la plataforma. La demanda también nombra a la gigante de servicios petroleros Halliburton, que realizó trabajos en este pozo petrolero antes de la explosión.