Los jefes de policía de algunas de las ciudades más grandes del país se reunieron en Washington para manifestar su oposición a la ley anti inmigratoria aprobada recientemente en Arizona. La medida establece que los policías deben parar e interrogar a las personas de quienes se sospeche que puedan ser inmigrantes indocumentados. El miércoles, los jefes de policía de Los Ángeles, Houston, Filadelfia y otras seis ciudades advirtieron al Fiscal General Eric Holder que los delitos aumentarán si se aprueban leyes similares en otros estados. Roberto Villaseñor, Jefe de Policía de Tucson, dijo que la ley socava el trabajo policial.
Villaseñor declaró: “Cuando algún grupo dentro de la comunidad se siente como el blanco específico de las leyes que se promulgan, o tiene reparos en presentarse ante la policía y hablar con ella, eso perjudica nuestra capacidad para obtener información para resolver delitos. Este no es el enfoque de las fuerzas policiales locales. El gobierno federal se enfoca en la inmigración, y al colocar la actividad policial local dentro de ese panorama, se daña la relación que hemos estado años cultivando para tratar de alcanzar un lugar en el que podamos trabajar bien con nuestra comunidad”.
La reunión de los jefes de policía con Holder dio alas a las especulaciones sobre la posibilidad de que el gobierno de Obama esté preparando una demanda federal para impugnar la ley de Arizona. Legisladores de quince estados están estudiando la aprobación de leyes anti inmigración similares a la de Arizona.