En el Golfo de México, se siguen vertiendo al mar unos 210.000 galones de crudo por día luego de la explosión ocurrida el 20 de abril a bordo de una plataforma petrolera operada por BP. El lunes, empleados de la empresa estaban tratando de construir un enorme embudo para contener el pozo averiado que derrama grandes cantidades de petróleo en las aguas del Golfo. John Curry, director de asuntos públicos de BP, esbozó el plan, pero reconoció que la compañía no está segura de que funcione.
Curry dijo: “Este es un sistema de recolección. Es parte del sistema submarino de recuperación de petróleo que estamos diseñando. Y en esencia es una caja rectangular de 98 toneladas que se bajará hasta quedar sobre la principal fuente de filtración en el lecho marino. Se canalizará el petróleo a través de la caja hasta la superficie, donde habrá un barco que podrá recoger y capturar el petróleo y así minimizar el impacto ambiental”.