Turquía y Brasil votaron en contra de la resolución, argumentando que no veían razones para imponer más sanciones a Irán. Este país recientemente alcanzó un acuerdo con Turquía y Brasil para enviar la mayor parte de su uranio enriquecido a Turquía, a cambio de combustible nuclear de bajo nivel para operar un reactor médico.
El Presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva declaró: “Lamentablemente, esta vez era Irán el que quería negociar y los que no quisieron negociar fueron aquellos que creen que la fuerza resuelve todo. Creo que tomar esa decisión fue un error… El Consejo de Seguridad desperdició una oportunidad histórica de negociar en calma sobre el programa nuclear de Irán y también de debatir con más profundidad la desactivación en países con bombas nucleares”.