En el Congreso, comienzan hoy las audiencias de confirmación de Elena Kagan, nominada para integrar la Suprema Corte. Si es confirmada, Kagan se convertirá en la primera magistrada sin experiencia judicial en integrar la Corte en casi 40 años. Varias organizaciones destacadas de defensa de los derechos humanos han expresado su preocupación respecto a los antecedentes de Kagan en relación con la diversidad. Como decana de la Facultad de Derecho de Harvard, Kagan contrató a 32 profesores titulares y aspirantes a la titularidad. De esas 32 personas, solamenete una pertenecía a una minoría, y únicamente siete eran mujeres. El Colegio Nacional de Abogados, la principal organización de abogados negros, y el Comité de Abogados por los Derechos Humanos Consagrados por la Ley decidieron no tomar posición con respecto a la nominación de Kagan, que por otra parte ha recibido el respaldo de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP, por su sigla en inglés) y del Fondo para la Educación y la Defensa Legal de dicha organización. El domingo, el senador republicano Jeff Sessions sugirió que los republicanos podrían intentar una maniobra obstruccionista para obstaculizar su nominación.
El senador Jeff Sessions (republicano, de Alabama) dijo: “¿Como juez se subordinará a la Constitución y mantendrá sus opiniones políticas a raya? Y en segundo lugar, si las cosas indicaran que está tan por fuera de la corriente dominante, es imaginable que pudiera ocurrir una maniobra obstruccionista”.
En el mismo programa, el presidente del Comité Judicial del Senado, Patrick Leahy, desestimó las críticas republicanas a la candidata del Presidente Obama.
El senador Leahy (demócrata, de Vermont) dijo: “Hemos llegado a un punto en que si [Obama] hubiera nominado a Moisés, algunos dirían que no se puede porque, entre otras cosas, no presentó una partida de nacimiento”.