La Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por su sigla en inglés) está apoyando los esfuerzos por despojar de la licencia para ejercer a un psicólogo acusado de ayudar a desarrollar los métodos de tortura del gobierno de Bush utilizados contra los prisioneros extranjeros. Este psicólogo, James Mitchell, está siendo investigado por el consejo regulador de licencias de Texas. Rhea Farberman, portavoz de la APA, dijo: “Las acusaciones presentadas en la reclamación y las que se encuentran en el registro público sobre el Dr. Mitchell son tan graves y, de ser ciertas, una violación tan flagrante de la ética profesional, que sentimos que era necesario hacer algo al respecto”.
Mitchell era socio de la empresa Mitchell Jessen & Associates con sede en Spokane, Washington.