BP aplazó la prueba de la tapa de contención destinada a detener el petróleo que mana del pozo ubicado en el Golfo de México. La instalación de la tapa, efectuada esta semana, había despertado esperanzas de una interrupción provisoria de la pérdida de petróleo hasta que el pozo averiado pudiera ser tapado en forma subterránea. Pero funcionarios federales y de BP afirman ahora que la prueba debe ser suspendida a la espera de más análisis. El martes, el Comandante Nacional de Incidentes, Thad Allen, se refirió a los futuros desafíos que se presentarán aun cuando se pueda contener el derrame.
El almirante Thad Allen declaró: “Aunque contengamos el flujo del pozo y éste sea tapado en agosto, todavía hay una cantidad significativa de petróleo en el mar, y su recuperación, así como los impactos que tenga ese crudo derramado, probablemente se extiendan hasta bien entrado el otoño en lo que respecta a su presencia en la costa, bolas de alquitrán y limpieza de las playas. Y después a esa altura estaremos evaluando el daño a los recursos naturales para intentar comprender el impacto ambiental y ecológico del suceso a largo plazo”.