El gobernador de Nueva York David Paterson firmó una medida que pondrá fin al almacenamiento de cientos de miles de nombres de personas que fueron detenidas y registradas por la policía sin que se presentaran cargos en su contra. Más de 500.000 personas fueron interrogadas en virtud de la política “detener y registrar” el año pasado, la gran mayoría afroestadounidenses y latinos. Paterson afirmó que mantener una base de datos con sus nombres viola los principios democráticos básicos.
El gobernador de Nueva York dijo: “Rechaza el uso de información personal de personas inocentes que no han hecho nada malo. Pueden ser sospechosos, pueden ser considerados como futuras amenazas, pero esa no es una política para la democracia”.
En una declaración, Donna Lieberman, de la Unión por las Libertades Civiles de Nueva York, elogió esta decisión. Lieberman dijo: “Las personas inocentes detenidas por la policía que no han hecho nada más que ir a estudiar, a trabajar o utilizar el metro no deberían convertirse en sospechosos criminales permanentes”.