Más tarde, el Presidente Obama convirtió en ley lo que la Casa Blanca calificó como las sanciones estadounidenses más estrictas contra Irán hasta la fecha.
El Presidente Obama dijo: “Con estas sanciones, junto con otras, estamos atacando el centro de la capacidad del gobierno iraní para financiar y desarrollar sus programas nucleares. Le estamos demostrando al gobierno iraní que sus acciones tienen consecuencias. Y si persiste, la presión seguirá aumentando y su aislamiento se seguirá intensificando. No debería haber ninguna duda: Estados Unidos y la comunidad internacional están decididos a impedir que Irán adquiera armas nucleares”.
Las nuevas sanciones apuntan a empresas que le suministran gasolina a Irán y a las empresas bancarias vinculadas a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán o a su programa nuclear. Estas sanciones se suman a las aprobadas el mes pasado por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.