Dos altas asesoras ambientales del Presidente Barack Obama admitieron haber sido excluidas a principios de este año del proceso de decisiones en torno a la expansión de las perforaciones en alta mar. En una medida criticada por los ambientalistas, la Casa Blanca abrió amplias franjas de las costas del Atlántico, el Golfo de México y Alaska a las perforaciones de petróleo y gas en alta mar. La decisión se adoptó pocas semanas antes de que el derrame de crudo de BP en el Golfo de México desencadenara el mayor desastre ambiental de la historia de Estados Unidos. El miércoles, la jefa de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, Jane Lubchenco, y la presidenta del Consejo de Calidad Ambiental, Nancy Sutley, dijeron que habían tenido escasa participación en el proceso de decisión. Hicieron estas revelaciones al dar testimonio ante la comisión presidencial que investiga el desastre del derrame. El copresidente del comité, William Reilly, criticó a la Casa Blanca por ignorar a sus más altas asesoras en materia ambiental.
Reilly dijo: “Me siento defraudado por el hecho de que en la adopción de una política que expande tan significativamente el área de perforaciones de petróleo y gas no se haya consultado directamente a la presidenta del Consejo de Calidad Ambiental”.