En Afganistán, al menos diecisiete personas fueron asesinadas como consecuencia de la violencia registrada el domingo mientras se celebraban las elecciones parlamentarias. Los militantes talibanes habían amenazado con desestabilizar la votación. En medio de denuncias generalizadas de fraude, el enviado de la ONU a Afganistán, Staffan de Mistura, dijo que era demasiado pronto para evaluar la credibilidad de las elecciones.
Staffan de Mistura afirmó: “Si pretendían tener éxito al celebrar las elecciones, todos estamos de acuerdo en que su realización fue casi un milagro, pero aparte de eso esperaría y sería cauteloso”.