Ese mismo día, Obama había comparecido ante la ONU con la promesa de rediseñar la manera en que Estados Unidos brinda ayuda al extranjero. Obama criticó lo que calificó como una cultura de asistencia de la “dependencia” y dijo que Estados Unidos estimulará la inversión extranjera como medio de acicatear el desarrollo y la sostenibilidad.
El Presidente Obama dijo: “Piensen en los millones de personas que han dependido de la ayuda alimentaria durante décadas. Eso no es desarrollo, eso es dependencia, y ese es el ciclo que tenemos que romper. En lugar de simplemente gestionar la pobreza, debemos ofrecer a los países y los pueblos una salida de la pobreza. Sabemos que es probable que los países alcancen más posibilidades de prosperar cuando estimulan el espíritu empresarial; cuando invierten en su infraestructura; y cuando expanden el comercio y reciben las inversiones. Por lo tanto, nos asociaremos con países como Sierra Leona para crear entornos de negocios que atraigan inversiones”.