La destacada senadora colombiana Piedad Córdoba habló sobre su destitución del Senado colombiano y la prohibición de ejercer cargos públicos durante dieciocho años. El Inspector General de Colombia destituyó a Córdoba esta semana por presuntamente ayudar a miembros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Córdoba ha sido una destacada crítica del ex presidente colombiano Álvaro Uribe y de la guerra contra las drogas respaldada por Estados Unidos en Colombia. Sus esfuerzos de mediación han ayudado a liberar rehenes capturados por las FARC. El martes, Córdoba prometió seguir participando en los diálogos con los rebeldes.
La senadora colombiana dijo: “A los secuestrados y secuestradas del mundo, del país, a los retenidos y retenidas por las FARC, tengan la absoluta certeza que esto (…) no me va a intimidar, que no me va a amilanar, que no vamos a dejar solos a las familias, ni solas, y que ellos que me están escuchando en la selva pueden tener la absoluta certeza que, aún si fuese el caso de llegar a la cárcel, desde la cárcel mi voz se levantará soberana y fuerte para insistir en la necesidad de la humanización y también la necesidad de la paz”.