Fue enterrada la víctima más joven del violento tiroteo acaecido en Arizona. Más de dos mil personas colmaron una iglesia de Tucson el jueves para recordar a la niña de nueve años Christina Taylor Green. La estudiante de tercer grado había sido recientemente electa para integrar el consejo estudiantil de su escuela. Es una de las seis personas que fueron asesinadas el sábado cuando el presunto atacante, Jared Loughner, abrió fuego frente a una tienda de comestibles e hirió a otras trece personas, entre ellas, la congresista Gabrielle Giffords. En las afueras de la iglesia, centenares de personas se alinearon a ambos lados de las calles para llorar la muerte de Christina. Ken Locklin, residente de Arizona, destacó la relevancia de la fecha de nacimiento de Christina, el 11 de septiembre de 2001.
Locklin expresó: “Es una desgracia que su vida haya estado marcada por dos tragedias, la tragedia del día en que nació, el 11 de septiembre, y este trágico evento. Simplemente estamos aquí para intentar hacer lo que esté a nuestro alcance por la familia y hacerles saber que los apoyamos y que el crimen que se cometió contra su hija fue atroz, pero que estamos aquí para apoyarlos”.