La crisis política del Líbano se está intensificando por una votación pendiente sobre un nuevo gobierno. El lunes, un candidato a Primer Ministro respaldado por Hezbolá obtuvo los votos parlamentarios suficientes para formar un nuevo gabinete. Los partidarios del Primer Ministro Saad al-Harriri salieron a las calles a modo de protesta. En Washington, el portavoz del Departamento de Estado PJ Crowley dijo que una victoria de Hezbolá podría poner en peligro la ayuda estadounidense al Líbano.
PJ Crowley afirmó: “Reservaremos nuestra opinión hasta que se forme un gobierno. Nuestra opinión sobre Hezbolá es muy conocida. Consideramos que es una organización terrorista y nos preocuparía mucho que Hezbolá tuviera un papel de liderazgo”.