El gobierno de Barack Obama reclama la intensificación de las sanciones internacionales contra Irán tras haber acusado al gobierno de ese país de conspirar para llevar a cabo un atentado en territorio estadounidense. Dos presuntos agentes fueron acusados esta semana de intentar contratar a un cartel mexicano de la droga para asesinar al embajador saudita. En la Casa Blanca, el Secretario de Prensa Jay Carney se rehusó a descartar el uso de la fuerza militar en Irán, pero dijo que Estados Unidos impulsará las sanciones.
Carney afirmó: “En este escenario, no descartamos ninguna opción. Pero en lo que respecta a Irán estamos claramente centrados en trabajar a través de medidas económicas, sanciones y medidas diplomáticas para aislar a ese país. Y creo que hemos tenido un éxito considerable. Por primera vez en largo tiempo, la economía iraní no está creciendo”.
El gobierno iraní desestimó las acusaciones y las calificó de fraude. En Washington, la Secretaria de Estado Hillary Clinton respaldó la presión en favor de las sanciones y calificó a la presunta conspiración de “escalada peligrosa”.
Clinton dijo: “Esta conspiración, afortunadamente desbaratada por el excelente trabajo de nuestros profesionales policiales y de inteligencia, constituyó una flagrante violación de las leyes internacionales y estadounidenses y una peligrosa escalada de la violencia política y el patrocinio del terrorismo que practica el gobierno iraní desde hace mucho tiempo”.