La violencia en Yemen continúa aumentando a pesar del pedido de cese al fuego anunciado por el asediado gobierno del Presidente Ali Abdullah Saleh. Al menos siete manifestantes fueron asesinados en la capital, Sanaa, el martes, mientras que Saleh le anunciaba al embajador de Estados Unidos que firmaría un acuerdo para retirarse; una oferta que ya realizó varias veces. A pesar de las afirmaciones, las tropas del gobierno seguían disparando a las multitudes de manifestantes civiles en la tarde del martes. Los manifestantes describieron el ataque de las fuerzas yemeníes.
Un manifestante de Yemen dijo: “Estábamos caminando por las calles de al Zeraah. Nos dijeron que camináramos tranquilos y cuando llegamos al área nos rodearon desde atrás, y un vehículo militar nos roció desde adelante, y luego nos dispararon con balas. Nos dispararon, nos tiraron piedras, nos rociaron con gases lacrimógenos, con agua”.