Un hombre de Texas fue liberado de la cárcel luego de que una prueba de ADN lo absolviera de un asesinato que no había cometido. Michael Morton había pasado casi 25 años en la cárcel tras ser condenado por asesinar a su esposa, Christine Morton, en 1987. Pero el grupo Innocence Project obtuvo pruebas que vinculan a otro hombre con el crimen. Poco después de ser liberado, a Morton se le hizo un nudo en la garganta mientras se refería a su reciente libertad y su gratitud por no haber sido enviado al pabellón de los condenados a muerte.
Morton afirmó: “Menos mal que éste no era un caso de pena capital, y que sólo tenía cadena perpetua. Le dio tiempo al grupo Innocence Project para hacer esto”.