En noticias desde África, se responsabiliza a Sudán de haber bombardeado un campo de refugiados del recientemente creado país de Sudán del Sur causando la muerte de al menos doce personas. El bombardeo azota a una región en la que viven más de 20.000 refugiados. El incremento de la violencia en la frontera entre ambos países obligó a Oxfam a retirar a los trabajadores de ayuda humanitaria de esa zona.
Herve Ladsous, jefe de las misiones de paz de la ONU en la región, declaró: “El 9 de noviembre, funcionarios del gobierno de Sudán del Sur informaron a la Misión de la ONU en ese país que unas nueve bombas habían sido lanzadas en las zonas de Bew Quaffa y Yafta en el condado de Maban, en el Estado del Alto Nilo, una zona muy cercana a la frontera con el Estado de Nilo Azul. Estas zonas son puntos de reunión para decenas de miles de refugiados de las luchas en el Estado de Nilo Azul. Socios humanitarios informaron que aproximadamente 55.000 personas, entre ellas, refugiados, repatriados y desplazados internos, se desplazan actualmente como consecuencia de los bombardeos”.