Al menos 69 personas murieron en el sur de Siria el lunes en medio de la creciente presión internacional sobre el Presidente Bashar al-Assad para que renuncie. Por primera vez, el rey Abdullah II de Jordania exhortó a Assad a renunciar. El rey jordano realizó esas declaraciones en una entrevista concedida a la BBC.
El rey Abdullah expresó: “Si estuviera en su lugar, renunciaría. Si estuviera en su lugar, renunciaría y me aseguraría de que quien fuera que me sucediera tuviera la capacidad de cambiar el statu quo actual. Y repito, no creo que el sistema tenga en cuenta eso”.
En Washington, el vocero de la Casa Blanca Josh Earnest reiteró el pedido del gobierno a Assad para que renuncie.
Earnest afirmó: “Diré que obviamente aplaudimos la decisión que adoptó o anunció la Liga Árabe. Es claro que el régimen de Assad sigue aislado, y que está aumentando la presión política sobre él. Es clara la posición del gobierno de Obama en esta cuestión, y es que el Presidente Assad perdió su legitimidad para gobernar y debe irse”.
Mientras tanto, Irak defiende su decisión de abstenerse en la reciente votación de la Liga Árabe que aprobó suspender la membresía de Siria.
Hoshiyar Zebari, Ministro de Relaciones Exteriores de Irak, dijo: “Esto [la postura de Irak] no significa que respaldemos a este o a aquel lado, o que apoyemos el asesinato de personas inocentes, o que no apoyemos la libertad y libre determinación del pueblo sirio para elegir el régimen que quiera, pero también hay consideraciones regionales e internacionales. La posición de Irak no es la de un Estado del norte de África o del Golfo. Siria es un vecino cercano y lo que suceda allí nos afectará a nosotros. En realidad, tuvimos reservas con respecto a esta decisión”.