Brasil abrió una investigación de la gigante petrolera Chevron tras un importante derrame de petróleo en las costas de Río de Janeiro. Un pozo de una zona de perforación de Chevron volcó al mar una cantidad aún no determinada de petróleo. Un jerarca de la policía brasileña calificó el derrame como una “catástrofe ambiental”.
Fabio Scliar manifestó: “Esto es un gran desastre ambiental, no cabe dudas de que es una catástrofe ambiental. Esta zona es parte de una ruta migratoria por la que transitan muchas especies marinas. Las dimensiones del derrame son mucho mayores de lo que a la compañía le gustaría admitir”.