Al menos 32 personas murieron en Siria el martes en los actos de violencia más recientes producidos a raíz del levantamiento contra el Presidente Bashar al-Assad. Las muertes se produjeron un día después de que las Naciones Unidas estimaran que desde marzo la cifra de víctimas fatales superó las 5.000. En la ONU, la vicembajadora de Estados Unidos Rosemary DiCarlo criticó al Consejo de Seguridad por no tomar medidas contra el régimen de Assad.
DiCarlo afirmó: “Mis colegas están en contacto con la Liga Árabe, estamos esperando con mucha expectativa los resultados de las reuniones que se celebrarán en los próximos días y estaremos solemnemente respaldándolos en muchas de las cosas que ellos y nosotros hemos reclamado, en particular un objetivo, el fin inmediato de toda la violencia, así como el despliegue de monitores internacionales de Derechos Humanos, incluida la comisión de investigación, y también libertad de movimiento para los periodistas”.
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