Vándalos desconocidos incendiaron una mezquita en Jerusalén en medio de una creciente ola de ataques llevados a cabo por pobladores judíos de asentamientos. Además del incendio premeditado, pintaron insultos anti árabes en la mezquita así como el símbolo asociado a la campaña de vandalismo que desarrollan los pobladores judíos contra propiedades palestinas. El incidente tuvo lugar pocas horas después de que un grupo de pobladores irrumpiera en una base militar israelí en Cisjordania y destruyera el recinto, aparentemente en protesta contra el desmantelamiento de puestos no autorizados construidos fuera de los límites de los enormes asentamientos judíos que ya penetran territorio palestino. Una vocera del Ejército israelí afirmó que los pobladores habían actuado con violencia.
La coronel Avital Liebowitz dijo: “Durante la noche, unos cincuenta vándalos se infiltraron en una base militar de Judea y Samaria, Brigada Regional Efraín, en la que actuaron con mucha violencia, derribando gradas, colocando clavos en las rutas y lanzando piedras a los soldados y comandantes. Las Fuerzas de Defensa Israelíes consideramos el incidente como un hecho de gravedad y actualmente trabajamos para colaborar con otras organizaciones de seguridad del país a fin de investigar el asunto”.