Los representantes republicanos enfrentan una presión creciente para que cedan en su oposición a una medida bipartita del Senado que extendería un recorte al impuesto a la nómina que vence a fin de año. Liderados por el Presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, los republicanos han insistido en vincular el recorte del impuesto a una serie de propuestas no relacionadas, como el respaldo al oleoducto Keystone XL, procedente de Canadá. En un editorial, el medio de derecha Wall Street Journal instó a los republicanos a dar marcha atrás en su postura, a la que calificó de “fiasco”. En un mensaje de twitter, el senador republicano John McCain coincidió, en tanto que asesores republicanos anónimos que realizaron críticas similares fueron citados por los medios. En la Casa Blanca, el Secretario de Prensa Jay Carney dijo que la propuesta del Senado sigue siendo la única solución sobre la mesa.
Carney afirmó: “El Presidente dejó en claro en su llamado al Presidente de la Cámara de Representantes del día de hoy, tal como lo expresé en la lectura, que la Cámara de Representantes debe tomar el proyecto de ley del Senado, que fue respaldado por un abrumador porcentaje de senadores republicanos y demócratas, y aprobarlo para asegurar que no suban los impuestos. El acuerdo bipartito a corto plazo aprobado por casi todo el Senado es la única opción para asegurar que las familias de clase media no sean golpeadas por un aumento de impuestos dentro de diez días, y da a ambos partidos el tiempo necesario para llegar a una solución para todo el año”.