El gobierno de Barack Obama habría decidido, según se informa, permitir en principio al Presidente yemení Ali Abdullah Saleh ingresar a Estados Unidos, a pesar de que sus fuerzas han matado a centenares de manifestantes antigubernamentales a lo largo del pasado año. Según el New York Times, Saleh podría llegar a Nueva York esta misma semana para someterse a tratamiento médico por problemas derivados de la explosión en junio de una bomba en su complejo presidencial que casi le costó la vida. Aliado de larga data de Estados Unidos, Saleh ha liderado Yemen desde 1978, pero recientemente aceptó abandonar la presidencia en febrero. Las noticias trascendieron a pocos días de que las fuerzas de seguridad de Yemen abrieran fuego contra los manifestantes en la capital, Saná, el sábado, y dieran muerte a por lo menos nueve personas. Los manifestantes condenaron al Presidente Ali Abdullah Saleh.
Un manifestante de nombre Areej Al-Khawlani declaró: “Lo que nos obligó a lanzarnos a las calles en esta protesta es la negligencia de los políticos. Han convertido nuestra revolución en una crisis, no quieren reconocer nuestra revolución. No hemos salido porque queramos compartir el poder con el régimen, sino porque queremos que todo el régimen sea derrocado por completo”.