Después de 18 días de protestas, el levantamiento a favor de la democracia en Egipto celebra la renuncia del presidente Hosni Mubarak. El vicepresidente Omar Suleiman ha nombrado una junta militar que estará a cargo de gobernar el país. Un miembro del partido político gobernante informó que Mubarak y su familia han abandonado El Cairo. En la mañana del viernes, antes del anuncio de la renuncia de Mubarak , altos comandantes del ejercito Egipcio expresaron su interés por garantizar las reformas democráticas por las que los protestantes se han organizado. Omar Suleiman mantiene estrechos vínculos con las Fuerzas Armadas estadounidenses y con la CIA. Fue entrenado en la escuela y centro de guerra especial de Estados Unidos en Fort Brigg y ha sido descrito como el hombre de punta de la CIA para su programa de rendiciones extraordinarias de prisioneros. Estos acontecimientos se sucitaron a pocas horas de que el Presidente Hosni Mubarak se rehusara una vez más a renunciar. En un discurso pronunciado en la noche del jueves, Mubarak mantuvo su promesa de permanecer en el cargo hasta las nuevas elecciones de septiembre. Mientras que muchos esperaban un discurso de despedida, Mubarak sólo dijo que delegaría su autoridad presidencial en el Vicepresidente escogido por él, Omar Suleiman. Mubarak intentó nuevamente hacer aparecer las demandas de renuncia como una exigencia “extranjera”.
El Presidente Hosni Mubarak dijo: “Como Presidente de la República, no veo vergüenza o error alguno en escuchar a los jóvenes de mi país y responder a ello. Sin embargo, la verdadera vergüenza y lo que no acepté ni voy a aceptar es prestar oídos a órdenes extranjeras, independientemente de sus fuentes o motivos”.
Poco despues de que Mubarak le entregara las potestades del cargo presidencial, el Vicepresidente Omar Suleiman instó a los manifestantes a abandonar las calles.
Suleiman expresó: “Juventud de Egipto, héroes del país: vuelvan a sus casas y trabajos. El país precisa sus brazos para construir, mejorar y ser creativos. No escuchen a los canales satelitales tendenciosos que no tienen otro objetivo que hipnotizar y debilitar a Egipto y deteriorar su imagen”.