Los disturbios en Medio Oriente se producen al tiempo que el gobierno de Obama sigue agitando la perspectiva de una prolongada ocupación de Estados Unidos en Irak. El miércoles, el secretario de Defensa Robert Gates dijo en una audiencia del Congreso que Irak tendría que enfrentar importantes desafíos si Estados Unidos seguía adelante con la retirada planeada para este año. Gates reiteró afirmaciones previas de que la retirada podría aplazarse si así lo solicitara el actual gobierno iraquí, que cuenta con el respaldo de Estados Unidos.
El secretario de Defensa Robert Gates declaró: “Por cierto que de nuestra parte existe interés en tener una presencia adicional. Y la verdad es que los iraquíes tendrán algunos problemas con los que tendrán que lidiar si no mantenemos cierta presencia allí. No van a poder llevar a cabo el trabajo de fusión de inteligencia. No podrán proteger su propio espacio aéreo. Tendrán problemas con la logística y el mantenimiento. Pero es su país. Es un país soberano. Ese fue el acuerdo firmado entre el Presidente Bush y el gobierno iraquí. Y respetaremos ese acuerdo, a menos que los iraquíes nos pidan que sigamos manteniendo efectivos allí”.