Se estima que la cantidad de personas fallecidas en el ataque del gobierno libio contra el levantamiento popular a favor de la democracia ya ronda las mil. Tras perder el control de varias ciudades orientales, las fuerzas libias lanzaron un ataque sostenido en algunas zonas del oeste del país, incluida la capital Trípoli. Las tropas gubernamentales atacan a los manifestantes presuntamente asistidos por mercenarios procedentes de países extranjeros. En un vago discurso transmitido por la televisión estatal, el líder libio Muammar Gaddafi prometió combatir hasta que le quedara la “última gota de sangre” antes que abandonar el país.
Muammar Gaddafi afirmó: “Muammar al Gaddafi no ocupa ningún cargo al que tenga que renunciar como lo hicieron otros presidentes, ya que Gaddafi no es presidente. Es un líder de la revolución”.