Cuatro rehenes estadounidenses fueron asesinados por piratas cerca de las costas de Somalia. El barco de las víctimas fue secuestrado el viernes y las negociaciones con la Armada estadounidense estaban en proceso. El portavoz del Departamento de Estado P.J. Crowley condenó el ataque.
P.J. Crowley expresó: “Este acto deplorable realmente subraya nuestra necesidad de un esfuerzo internacional ininterrumpido para afrontar desafíos de seguridad conjuntos que la piratería cerca de las aguas del Cuerno de África representa. Nuestra mayor solidaridad con los familiares de las víctimas en este momento, honraremos su memoria continuando con el fortalecimiento de la sociedad internacional para llevar a estos criminales marítimos ante la justicia”.