El régimen libio lanzó un nuevo ataque contra la oposición en medio de la creciente presión internacional. Las fuerzas leales al líder Muammar Gadaffi intentaron recobrar durante la noche el control de la ciudad de Zawiyah y de la ciudad oriental de Misrata, en poder de los rebeldes, pero aparentemente ambos ataques habrían sido repelidos. Según se informa, aviones de combate libios bombardearon Zawiyah y Gaddafi habría amenazado personalmente con realizar más ataques a menos que los rebeldes abandonen el lugar. En una entrevista con periodistas occidentales concedida el lunes, Gaddafi volvió a negar el alzamiento masivo contra su gobierno y continuó afirmando que los rebeldes que pretenden derrocarlo fueron drogados por Al Qaeda.
Gadaffi dijo: “No están en contra nuestra. Nadie está en contra de nosotros. ¿En contra de nosotros por qué? Porque yo no soy Presidente. Me aman. Toda la gente está conmigo, me aman. Morirán para protegerme, mi pueblo”.
Christiane Amanpour dijo: “Si dice que lo aman, ¿entonces por qué se están apoderando de Benghazi y diciendo que están en su contra?”.
Gadaffi respondió: “Es Al Qaeda. No es mi pueblo. Vienen de afuera”.
Jeremy Bowen preguntó: “¿Entonces es la gente que está arrancando los carteles y poniendo la bandera del rey?”.
Gadaffi respondió: “Es Al Qaeda, se metieron en bases militares y se apoderaron de armas y están aterrorizando a la gente. Los que tenían las armas eran jovencitos. Están empezando a deponer las armas, a medida que el efecto de las drogas que les dio Al Qaeda se va disipando”.