En Wisconsin, más de cien mil personas inundaron las calles de Madison el sábado en lo que se describió como la mayor manifestación que haya tenido lugar en ese Estado. La masiva concentración se realizó un día después de que el gobernador republicano Scott Walker sancionara un proyecto de ley que despoja a la mayor parte de los empleados públicos de su derecho a la negociación colectiva. La central sindical AFL-CIO estimó la magnitud de la multitud en 185.000 personas. Entre los oradores se encontraban los catorce senadores demócratas que habían abandonado el Estado tres semanas antes, en un intento de trabar la aprobación de la ley.
Frank Risser, un senador estatal de 83 años que ha representado a su distrito durante casi 50 años, declaró: “La lucha por los derechos de los trabajadores continúa. Quizá hayamos perdido la batalla en el cuerpo legislativo, pero hay un par de batallas que se aproximan. Hay una batalla sobre los fundamentos jurídicos: el incumplimiento de las leyes de Wisconsin relativas a las reuniones abiertas”.