Cifras reveladas recientemente indican que las aguas residuales provenientes de la práctica de perforaciones de gas natural conocida como “fracturación hidráulica” contenían radiactividad y otros contaminantes en niveles que excedían ampliamente los límites federales. Según el New York Times, documentos internos del gobierno indican que al menos quince pozos produjeron aguas residuales con más de mil veces la cantidad de elementos radiactivos considerados aceptables. Las aguas residuales a veces son llevadas a plantas de depuración que no están debidamente equipadas para tratarlas adecuadamente y luego se desechan en ríos que proveen agua potable. Al menos doce plantas de depuración en tres estados arrojaron aguas residuales parcialmente tratadas y desechos en ríos y arroyos. Estos documentos también indican que los reguladores del gobierno y funcionarios de la industria estaban al tanto de los problemas del desecho y tratamiento de aguas residuales, pero no hicieron nada al respecto. El martes, los manifestantes protestaron tras una audiencia del Ayuntamiento de Nueva York sobre planes de abrir partes de la cuenca fluvial del Estado para las perforaciones.
Joe Levine, del grupo N.Y. H2O, dijo: “Saben que contaminó y lo hacen de todos modos. Los 18.000 pozos son una proyección. Probablemente podrían ser muchos más que 18.000 pozos. No se han aprobado. Se permitiría que procedieran si estas regulaciones se completan y se publican. Por lo tanto, una vez que se hayan finalizado estas regulaciones, las perforaciones de gas podrán comenzar en la cuenca del río Delaware”.
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