Decenas de miles de manifestantes se lanzaron a las calles de Yemen el martes para exigir la destitución del Presidente Ali Abdullah Saleh. Los líderes de la oposición describieron las manifestaciones como las más grandes de los treinta años que Saleh ha estado en el poder. En un discurso desafiante, Saleh culpó a Estados Unidos e Israel por los disturbios y dijo que estos dos países estaban buscando intencionalmente desestabilizar a Yemen. Al menos 24 personas murieron en las manifestaciones de las últimas dos semanas.
Un manifestante, Kamal Al Masswary, dijo: “No nos atemorizarán, no importa cuántas personas el Presidente Saleh mate, encarcele o torture, moriremos como mártires e iremos al paraíso, y él irá al infierno; este presidente debe caer, este régimen corrupto debe caer”.