Uno de los cuatro prisioneros de Nueva York encarcelados en lo que los críticos calificaron como una trampa del gobierno está hablando por primera vez. El año pasado, un jurado federal declaró a cuatro hombres culpables de conspirar para bombardear una sinagoga y un centro comunitario judío en el Bronx. Los cuatro eran de Newburgh, una de las ciudades más pobres de Nueva York. Los abogados defensores alegaron que agentes del gobierno les tendieron una trampa a estos hombres y que éstos no tenían predisposición a cometer un acto terrorista. Según el Village Voice, uno de los prisioneros, David Williams, ahora dice que solo le siguió la corriente al informante del gobierno que organizó el atentado, Shahed Hussain, porque vio una oportunidad de engañar a Hussain y sacarle cientos de miles de dólares. En una carta a un amigo, Williams escribió: “Todos dijimos muchas cosas solo para impresionar [a Hussain] o para hacerle creer que había encontrado a una banda de verdaderos asesinos. Ni una palabra de lo que dijimos era en serio”.
Prisionero de “los cuatro de Newburgh”: El dinero motivó relación con informante
Titular03 Mar. 2011