Crece el impulso de una zona de exclusión aérea internacional sobre Libia, mientras que el coronel Muammar Gaddafi continúa el ataque para recuperar las ciudades en poder de los rebeldes. El gobierno británico afirma que Estados Unidos aceptó un “espectro completo” de respuestas militares si Gaddafi se niega a dimitir. Las fuerzas de Gaddafi están combatiendo a los rebeldes en ciudades cercanas a la capital, Trípoli, así como también en el este, que está en manos de los rebeldes. El gobierno libio afirma que recuperó el control de la ciudad occidental de Zawiyah tras inmovilizar a los rebeldes en una plaza central. En su discurso más reciente, Gaddafi volvió a afirmar que los combatientes rebeldes son en su mayoría jóvenes vulnerables drogados por agentes de Al Qaeda. Gaddaffi también llamó a sus partidarios a atacar a los manifestantes en las calles.
Aproximadamente 200.000 personas huyeron de Libia en las últimas dos semanas. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, se refirió al tema el martes en ocasión de una visita a la frontera libia con Túnez.
Guterres expresó: “Lo primero que no podemos dejar de sentir es una gran ira por lo que está sucediendo, por los combates que están ocurriendo y por el hecho de que éstos no se detienen; la gente está sufriendo mucho. Esto es el resultado de lo que está sucediendo en Libia”.
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