Mientras que Estados Unidos y sus aliados europeos aumentan su participación en Libia, las Naciones Unidas advierten contra la posibilidad de que se desdibuje el límite entre las operaciones militares y las tareas de ayuda en el país. Italia anunció que se unirá a Francia y Gran Bretaña para enviar oficiales de enlace militar para asesorar y entrenar a las fuerzas de oposición libias. Mientras tanto, la ciudad de Misurata sigue sitiada.
Valerie Amos, jefa de ayuda humanitaria de la ONU, dijo: “La situación en Misurata se agrava cada día más y, a pesar de que la ONU no está en condiciones de obtener datos verificables, es claro que centenares de personas han sido asesinadas y heridas en los combates casi continuos. Además, la presunta utilización de municiones en racimo en Misurata es muy preocupante”.