En Yemen, doce personas presuntamente murieron y casi 200 resultaron heridas cuando las fuerzas yemeníes abrieron fuego contra una manifestación anti-gubernamental en la capital, Saná. Se vio a francotiradores en los tejados apuntándole a una multitud de aproximadamente cien mil manifestantes mientras colmaban una plaza de la ciudad y rodeaban el edificio de la televisión estatal.
Un manifestante dijo: “Estábamos marchando pacíficamente, pacíficamente, y nos dispararon con balas, estábamos tranquilos, cinco o seis de nuestros amigos cayeron a mi lado e intentamos sacarlos mientras nos disparaban y nos arrojaban gas lacrimógeno”.
Los comercios, escuelas y oficinas del gobierno se cerraron como parte de una campaña masiva de desobediencia civil lanzada en dieciocho ciudades y localidades yemeníes.