Los exiliados tibetanos eligieron a un experto en Derecho Internacional como su nuevo Primer Ministro. Lobsang Sangay asumirá los deberes políticos del Dalai Lama, de 75 años de edad, quien renunciará. Sangay, quien nunca ha vivido en el Tíbet ni lo ha visitado, dijo que continuará con la política del Dalai Lama de buscar una “autonomía significativa” para el Tíbet bajo el régimen chino.
Sangay dijo: “Mi postura para las elecciones le enviará un mensaje a Beijing de que sus conjeturas, al menos algunas son conjeturas, de que al fallecer la generación más vieja, el movimiento tibetano fracasará y el gobierno tibetano desaparecerá. Eso no va ocurrir. El duro trabajo de la vieja generación y la contribución que ha hecho siempre serán recordados y celebrados por la generación más joven y daremos lo mejor de nosotros hasta que la libertad sea restituida en Tíbet y la dignidad y la identidad del pueblo tibetano se respeten”.