La cifra de muertos por una ola de tormentas en el sur de Estados Unidos se acerca a 300 personas, en el desastre natural con más víctimas fatales que ha golpeado Estados Unidos desde el huracán Katrina. Miles de personas resultaron heridas y muchas más quedaron sin hogar. Al menos 204 personas murieron en Alabama. El alcalde de Tuscaloosa, Walter Maddox, afirmó que vecindarios enteros habían sido destruidos.
Maddox dijo: “Estimo que en una franja de la ciudad de tres a cuatro millas de ancho, en algunas partes de más de media milla de ancho, tenemos una destrucción total. Tenemos vecindarios que fueron prácticamente barridos del mapa, empresas que ya no podrán seguir en la actividad comercial y miles y miles de ciudadanos que perdieron todas sus pertenencias. Claro, lo más trágico de lo que trascendió ayer de tarde es que ahora tenemos 36 muertes confirmadas dentro de la ciudad, bastante más de 600 heridos como consecuencia directa del tornado de ayer”.
El Presidente Barack Obama declaró el estado de emergencia en Alabama y planea visitarlo en el día de hoy. En la Casa Blanca, el mandatario calificó el daño causado por las tormentas como “catastrófico”.
Obama afirmó: “(…) En muchos lugares, el daño a las casas y los comercios es nada menos que catastrófico. No podemos controlar dónde o cuándo se va a desatar una terrible tormenta, pero podemos controlar cómo responder, y queremos que todos los estadounidenses afectados por el desastre sepan que el gobierno federal hará todo lo que pueda para ayudarlos a recuperarse y que estaremos a su lado durante la reconstrucción”.
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